Agro

La presión fiscal no cesa: de cada $ 100 el Estado se queda con $ 84. Entre Ríos sigue al frente de las provincias con mayor presión fiscal

En un reciente informe de FADA, se destaca un incremento en la presión fiscal sobre los productores agrícolas en Argentina, especialmente para aquellos en el sector del trigo, donde $84 de cada $100 generados se destinan al Estado

En un reciente informe de FADA, se destaca un incremento en la presión fiscal sobre los productores agrícolas en Argentina , especialmente para aquellos en el sector del trigo, donde $84 de cada $100 generados se destinan al Estado.

Este aumento se atribuye principalmente a subidas en costos y caídas en precios de los cultivos, elevando el Índice FADA 6 puntos desde su última medición en diciembre.

 

El estudio señala que 65% de la renta agrícola a nivel nacional queda en manos del Estado, distribuido entre el 94% a nivel nacional5% provincial y el resto municipal. Específicamente, la carga impositiva para la soja es del 68,4%maíz 57,3%trigo 83,9%, y girasol 54,1% de cada $100 generados.

Nicolle Pisani Claro, economista jefe de FADA, explicó que la metodología del índice mide cuánto de la renta agrícola se va en impuestos, destacando que los impuestos casi no se reducen en la misma proporción que la renta ante caídas de valor o aumentos de costos. Este desfase entre renta e impuestos es lo que ha llevado a un aumento en el índice.

Dentro de los impuestos nacionales, el 67% no se coparticipa a las provincias, lo que plantea un debate sobre el federalismo y la redistribución de lo recaudado a las regiones productoras.

El informe también muestra diferencias entre provincias en cuanto a la presión fiscal, con Córdoba registrando un 64,9%Buenos Aires 61,9%, y otras provincias mostrando cifras similares.

Fuente: Revista Chacra

 

Mientras el Índice FADA a nivel nacional se ubicó en el 65%, en Entre Ríos trepó al 65,4%, seguida por Córdoba (64,9%), La Pampa (62,9%), Buenos Aires (61,9%), Santa Fe (61,1%) y San Luis (59,9%). Código Campo

 

El informe trimestral de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) indica que 65% de la renta del productor queda en manos del Estado en sus diferentes niveles: 94% nacionales, 5% provinciales y el resto municipales. “El Índice subió 6 puntos desde la última medición de diciembre, los principales motivos son: suba de costos y caída de precios”, explicó Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe FADA.

Para los entrerrianos, sin embargo, la noticia es que nuestra provincia sigue al frente del ranking de los distritos con mayor presión fiscal: 65,4%, por encima del índice nacional que fue del 65%.

“Para entender por qué aumentó la presión tributaria hay que detenernos en qué mide el índice FADA: cuánto de la renta agrícola se va en impuestos. La renta es el resultado de restarle los costos de producir al valor de esa producción que hacemos. Si cae el precio o suben los costos, la renta se achica. Pero el tema es que los impuestos no se reducen en la misma proporción que la renta, es más, casi que no lo hacen. Es por esto que cuando el valor cae o los costos suben, la participación de los impuestos sobre la renta aumenta. Esto es lo que arrojó esta medición, por eso el Índice FADA es 6 puntos mayor que la última edición”, agrega Pisani Claro.

Dentro de los impuestos nacionales, el 67% no se coparticipan a las provincias, es decir, no vuelven a las regiones que lo produjeron. “De aquí se desprende la discusión sobre el federalismo de un esquema en el que la mayor parte de lo recaudado no se reparte a las provincias, en una actividad que por definición es federal y está arraigada a las distintas regiones del país”, destaca Natalia Ariño, Economista FADA.

“Si nos detenemos en las provincias analizadas, vemos que Córdoba registra un 64,9%, Buenos Aires 61,9%, Santa Fe 61,1%, La Pampa 62,9%, Entre Ríos 65,4% y San Luis 59,9%. Para medirlo, se conjugan los rindes, los impuestos provinciales y locales, y los fletes, que generan efectos diferenciados sobre cada uno de los cultivos. Así como la proporción de cada cultivo en el área sembrada de cada provincia”, expone Pisani Claro.

En esta medición en particular “consideramos los incrementos para el año 2024 de inmobiliario rural, tasas y guías municipales. En el caso particular del inmobiliario se han registrado, dependiendo la provincia, incrementos que van desde el 180% hasta 250%”, indicaron desde FADA.

¿Qué pasó con los costos?

“En cuanto a los costos de insumos, el informe revela que los fletes se incrementaron 42% en pesos, frente a diciembre 2023. La labor de siembra 59% y la cosecha 132%. Respecto a marzo 2023, se ven aumentos en fletes del 206% y de labores entre 170% y 260%”, agrega Ariño.

Si se analiza la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados, se puede identificar que un 49% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados mientras que el restante 51% están pesificados. Si se considera el costo de la tierra dentro del esquema de costos, aquellos que son dolarizados en una hectárea de soja pasan a representar el 62%.

En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 53% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 47%. Si se considera el costo de la tierra, el peso de los costos dolarizados asciende al 60%.

En esta edición del informe se han repartido de manera más similar los componentes en pesos y en dólares en comparación con la medición de diciembre 2023. En aquel mes el componente en pesos había caído luego de la devaluación, lo que nos muestra actualmente un encarecimiento en fletes y labores desde inicios de 2024, al medirlo en dólares.

Caída de precios

Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 65%, la participación del Estado en soja es del 68,4%, maíz 57,3%, trigo 83,9% y girasol 54,1%.

Aún con mayores niveles de producción tras la recuperación de la sequía, la caída de precios reduce el valor bruto de la producción. En este contexto, con menores precios, costos que se incrementan y actualizaciones de impuestos provinciales y municipales, se genera una presión mayor en la participación del Estado en la renta agrícola.

La mayor caída de precios se presenta en trigo, el cual a su vez indicó la mayor participación del Estado en la renta en marzo 2024. En este contexto y frente a la próxima campaña fina, los números comienzan a ajustar, considerando que esta caída de precios viene acompañada de incrementos en los insumos y servicios.

Dejá una respuesta