Proyecto de las Lagunas Pampeanas en campos agrícolas del área núcleo.
Los días 15 y 16 de marzo Aves Argentinas, la empresa Bapan (harinas orgánicas) y Municipalidad de Arias (Córdoba), convocaron a productores agrícolas de la zona a una charla para hacer conocer el proyecto de Lagunas Pampeanas y concientizar del cuidado de la gran cantidad de lagunas en la zona con su fauna. El evento tuvo también el apoyo del Gobierno de Canadá y el Molino Fideicomiso Benevento.
El sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe, junto al norte de Buenos Aires (lo que comúnmente se conoce como “área núcleo”) es la región más intensamente transformada por la agricultura. Los ambientes naturales que allí existían hoy se han perdido casi por completo. El más importante de estos ambientes reemplazados es el pastizal pampeano.
El Dr. Pablo Grilli, biólogo, Coordinador del Programa Pastizales y Director Adjunto del Depto de Conservación de Aves Argentinas comenta “Si hoy recorremos un campo agrícola, lo más probable es que no nos encontremos con valores naturales entre los cuadros productivos (algunas perdices, peludos y liebres, o sea, especies que no están amenazadas, son plásticas y adaptables)” El biólogo sigue comentando “pero si el campo tiene una laguna, en esa laguna van a aparecer varias especies silvestres, sobre todo, de aves acuáticas”. De acuerdo a las características de la laguna, su salinidad, su vegetación, tamaño y profundidad, aparecerán patos, garzas, cigüeñas, gallaretas, macáes, chorlos, playeros, gallinetas, el caracolero, el biguá, el carau y varios pajaritos. Además del coipo (“nutria”), quizás el carpincho e incluso puede aparecer el hurón y otros depredadores, o sea que lo único realmente natural y valioso del área núcleo se terminó refugiando en los sectores que no han sido reemplazados por la agricultura o afectados directamente por la ganadería: los cuerpos de agua.
El mayor problema es que hay cada vez menos de estos cuerpos de agua. Esto lo confirma un relevamiento de 230 lagunas reconocidas por imágenes satelitales entre 2017 y 2020 y que luego, en el verano del 2023 mostró que el 82% estaban secas. ¿Por qué ocurre esto? Es el resultado de una combinación de factores, algunos naturales como la extrema y extensa sequía y las temperaturas récord que se dieron estos últimos años, sumado a otros de origen humano: obras de canalización y rellenado han desecado las lagunas. Un sobrevuelo reciente por los Bañados del Río Saladillo (*) (un Área de Importancia para la Conservación de las Aves ó AICA (http://datazone.birdlife.org/site/factsheet/ba%C3%B1ados-del-r%C3%ADo-saladillo-iba-argentina nos mostró que el 85% de sus lagunas están secas, y los canales atraviesan todo el complejo de humedales. De modo que suceden estas dos situaciones al mismo tiempo:
- las lagunas son el último refugio de la naturaleza original de la región.
- Se están perdiendo a gran velocidad, como ya se ha perdido el pastizal templado y otros ambientes.
Se sabe que la prioridad de la región es producir, pero empezamos a comprender que existe otra necesidad en los campos: evitar que la vida silvestre se pierda por completo. Y resulta destacable que esta última necesidad ha sido reconocida como prioritaria por los estados de Canadá y Estados Unidos, porque muchas de las aves que habitan las lagunas pampeanas de esta región en el verano austral, viajan hasta América del Norte en nuestro otoño para reproducirse allí. Se trata de las llamadas “aves playeras”, y en esos países están haciendo esfuerzos para conservarlas, pero cuando llegan a nuestra región todos los años, se encuentran con un panorama cada vez más preocupante. Sumado a la pérdida de lagunas, también registramos contaminación química del agua (al punto de volver a la laguna un ambiente sin vida) y la presencia de perros cimarrones, que hostigan permanentemente a las aves y al resto de la vida silvestre.
Ante esta situación, se ha conformado este grupo integrado por vecinos y productores de Arias (Córdoba), que cuenta con el apoyo de Aves Argentinas, Harinas Orgánicas Bapan y el Municipio de Arias, donde se está comenzando a trabajar para conservar las lagunas en los campos agrícolas, reconociendo dos acciones como las más importantes:
- Conformar un grupo de naturalistas en Arias, con participación de niños y jóvenes, que se interese por la naturaleza de los alrededores y, en especial, por las lagunas. Esta es la mejor forma de apropiación del capital natural, y termina logrando que los mismos vecinos sientan orgullo por la naturaleza que tienen a su alcance. Un grupo así, será fundamental para lograr la creación de la primera Reserva Natural Municipal de Arias, y para colaborar con la generación de información, a través de monitoreos y salidas de campo.
- Trabajar en el desarrollo de beneficios para aquellos productores que decidan conservar las lagunas en su campo, sin alterarlas con obras hidráulicas. Estos beneficios pueden llegar de la mano de: A. Una eximición impositiva (al menos porcentual) por el espacio que ocupa la laguna.
- La certificación de los productos de ese campo, a través de un sello que distinga esta forma de producción agrícola “amigable con la naturaleza”
- La venta de bonos de carbono (para estos dos últimos puntos con la experiencia en los casi 18 años de historia de la Alianza del Pastizal), una iniciativa liderada por Aves Argentinas en nuestro país, y que ya logró la certificación de la carne en aquellos campos donde se conservan pastizales naturales.
Desde el grupo conformado se quiere mostrar la idea como una invitación a un desafío que esconde un premio y no como una solución cerrada y prometedora. Hay experiencias que muestran que es posible, y hay personas e instituciones dispuestas a ayudar.
(*)Los Bañados del río Saladillo representan una enorme área de cría, alimentación y descanso invernal de numerosas especies. A nivel provincial es una región importante en cuanto a presencia de aves acuáticas de agua dulce. Entre las aves más abundantes en las lagunas se contabilizaron hasta 10.000 individuos de tres especies de gallaretas ((Fulica armillata, F. rufrifrons y F. leucoptera), 14 especies registradas de especies de patos (Anatidae), con censos que alcanzan el número de 8.000 individuos de varias especies en un mismo sistema de lagunas. Ambas especies de cisnes son residentes, el cisne cuello negro (Cygnus melanocorypha) se observa en números cercanos a los 100 individuos, pero el coscoroba (Coscoroba coscoroba) alcanza los 250-300 individuos. La gaviota capucho café (Chroicocephalus maculipennis) es también abundante y residente permanente, a veces con máximos de 5.000 individuos durante concentraciones invernales. El flamenco austral (Phoenicopterus chilensis) es un residente permanente en las lagunas más saladas y menos profundas, aunque siempre con 50 a 120 individuos. La frecuente observación de grupos de aves playeras y el tipo de hábitat presente en estos humedales permiten suponer que esta AICA podría constituir junto con otras áreas de la provincia- un hábitat complementario para las aves migratorias que utilizan habitualmente como sitio de descanso o invernada el sistema bañados del Río Dulce – laguna de Mar Chiquita (CO07). Entre las aves amenazadas de pastizal se encuentra el ñandú (Rhea americana) que es residente pero se encuentra en bajo número (15-20 individuos). El capuchino garganta café (Sporophila ruficollis) es escaso en verano, el tachurí canela (Polystictus pectoralis) y el doradito pardo (Pseudocolopteryx dinelliana) son escasos. En zonas húmedas se encuentra el espartillero enano (Spartonoica maluroides).
También es escaso y permanente el espartillero pampeano (Asthenes hudsoni). Se destaca también la reciente obtención de registros del playerito canela (Tryngites subruficollis), una especie migratoria de pastizal amenazada, que contaba con solo tres registros históricos para la provincia. Entre los visitantes invernales desde la Estepa Patagónica se encuentran algunos endemismos como el yal carbonero (Phrygilus carbonarius), la monjita chocolate (Neoxolmis rufiventris) y la monjita castaña (Neoxolmis rubetra). Durante primavera y verano es abundante la golondrina rabadilla castaña (Petrochelidon pyrrhonota) con registros de hasta 100.000 individuos en una jornada.
En cuanto a la vegetación en estos ambientes acuáticos típicos de la región pampeana , predominan juncales y totorales (Typha spp.), con lagunas cubiertas de lentejas de agua (Lemna spp.) y repollitos de agua (Pistia spp.). Rodeando a las lagunas se observan praderas con pastizales (Festuca spp.), espartina (Spartina spp.) y zonas bajas con pelo de chancho (Distichlis spp.). En las zonas más elevadas aparecen junco negro (Juncus acutus), pajas bravas o flechillares (Stipa spp., Poa spp., Setaria spp.) y hasta bosquecillos de chañares (Geoffroea decorticans). En algunos sitios altos se puede observar algarrobo blanco (Prosopis alba).