FARER CERRÓ EL CALENDARIO DE EXPOSICIONES CON UN BALANCE ALTAMENTE POSITIVO EN CALIDAD Y CONVOCATORIA
Entre las lluvias del primer tramo del año y la sequía que se empecina en asomar, el 2024 va transcurriendo y con él las exposiciones rurales que llegaron a su epílogo el pasado fin de semana. De este modo, desde aquella en Villaguay a principios de agosto, hasta Chajarí y Victoria que cerraron el calendario, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) dio por culminada la temporada de muestras ganaderas y comerciales.
En tal sentido, el titular de FARER, Nicasio Tito mostró su satisfacción por el carrusel cumplido y remarcó la importancia que tiene “que el campo y su gente, los productores y las empresas puedan exponer su tarea y sus productos en un mano a mano con la sociedad”, a la vez que agregó que “cada vez queda más evidenciado el papel protagónico del sector rural. Para Entre Ríos el campo es desarrollo, arraigo, empleo y unos de los grandes motores que tiran el carro para adelante”.
Tito felicitó y celebró el esfuerzo de cada rural y el resultado del mismo: “las exposiciones van ganando en dimensiones, en calidad, en empresas, en genética y en convocatoria. Eso es el resultado de una tarea enorme que finaliza en las muestras, pero que nace del esfuerzo cotidiano de cada productor y del empuje de las gremiales rurales. Es un orgullo para FARER que la provincia tenga el nivel de exposiciones que tiene”.
Por su parte, los presidentes de las distintas rurales entrerrianas fueron coincidiendo, fecha a fecha, sobre lo que generan las muestras: “respecto de lo ganadero es una excelente oportunidad para todos, ya que las exposiciones terminan siendo muy importantes porque es un ámbito que permite mostrar las distintas razas y es una salida comercial a los productores y cabañeros que no tienen su propio remate. De esta manera, las cabañas tienen un ámbito para comercializar el producto de su trabajo y a las muestras le brindan excelentes reproductores. La ganancia es por partida doble”, remarcaron.
Asimismo, señalaron que “ya son fiestas que exceden largamente al sector agropecuario y donde convergen armoniosamente campo y ciudad y donde se logran mezclar atractivos para todos. La familia ocupa un lugar central en estas apuestas que, obviamente tienen eje en la producción. Pero la idea de confluencia se repite todos los años y en cada exposición y eso es un objetivo que se logra mantener. El campo y la ciudad en Entre Ríos están hermanados, son indivisibles y esa fusión es parte de nuestro acervo cultural, económico y social”.
