Provincial

Abigeato: En un año y medio Pedro Giebert hizo 70 denuncias por el robo de animales sin obtener una sola respuesta de las autoridades

La familia Giebert tiene un campo al norte de la provincia de Entre Ríos, en el municipio de Santa Elena, de más de 140 años. Tan antiguo es el establecimiento que acompañó la fundación de la ciudad de Santa Elena y del primer frigorífico regional que se instaló en esa zona. Sin embargo hoy está en boca de todos no por su historia, sino por ser víctima asidua de abigeato.

“Tenemos producción agrícola y ganadera, y en el último año y hemos realizando cerca de 70 denuncias por abigeato. La policía las constata pero no vemos resultados”, dijo a Bichos de Campo el productor Pedro Giebert.

Si bien en las denuncias quedó plasmada la pérdida de 70 animales, que pudieron ser constatados con evidencia, la familia asegura que ese número es mucho mayor de acuerdo a las cifras que arroja el conteo anual de hacienda. “Por cada carneada que se encuentra hoy, hay en verdad dos cabezas más que no vemos”, afirmó el entrerriano.

La estancia cuenta con 6000 hectáreas de extensión y un rodeo de alrededor de 2000 animales. Se encuentra pegada a la ciudad de Santa Elena al norte, y rodeada por el arroyo Feliciano, que desemboca en el Río Paraná. Eso por eso que sospechan que los intrusos ingresan al campo caminando o en canoa por la vera del arroyo, y de esa forma sustraen los animales.

“Nosotros hicimos una carta dirigida a la Dirección Provincial de Delitos Rurales de la provincia de Entre Ríos, de la cual hay un destacamento acá a unos 15 kilómetros del campo, pero la verdad es que nunca sirvió. Solo sirve para que vos llames cuando haces una denuncia”, afirmó Giebert.

A continuación agregó: “Esto pasa en toda la zona, pero al ser los mayores productores ganaderos de la zona, el acceso es muy fácil. El campo tiene mucho monte y es difícil controlar”.

En dicha carta habían informado a las autoridades que los animales perdidos equivalen a 21.000 kilos de hacienda a pie, “que multiplicada por un promedio de 110.000 pesos por kilogramo de animal vivo en pie supone una pérdida total de 2.310.000 pesos”.

“La situación está destruyendo la cultura ganadera y el arraigo en la zona y nos hace dudar si seguir o no invirtiendo en la ganadería. La frecuencia de estos robos es cada vez mayor por lo que nos impide tomar medidas proactivas”, indicaron en el documento.

Si bien no hay evidencia certera que lo confirme, la familia apunta al negocio de venta de carne ilegal, ya que varias personas de Santa Elena afirmaron haber recibido el ofrecimiento de carne a precios irrisorios.

Dejá una respuesta